MORTERO

AUTONIVELANTE

El mortero autonivelante PAVILEVEL es la mejor solución a la hora de ejecutar cualquier tipo de recrecido de nivelación por sus ventajas económicas, técnicas y de rapidez de ejecución.

 

Se trata de un mortero fluido, que mediante bombeo se coloca y nivela perfectamente por sus propias características reológicas, sin que se produzca segregación y con unas elevadas prestaciones mecánicas, que lo hacen apto para cualquier tipo de revestimiento final.

 

Está especialmente indicado cuando se coloca sobre sistemas de calefacción por suelo radiante, por su superior conductividad térmica en comparación con los morteros convencionales semisecos o plastones, por lo que proporciona un importante ahorro de recursos energéticos.

CARACTERÍSTICAS

Es una mezcla fluida compuesta de un ligante hidráulico (cemento portland u otros), áridos seleccionados y aditivos súperfluidificantes. Adicionalmente se pueden incluir microfibras de polipropileno, principalmente para reducir la fisuración superficial en la etapa plástica del morteros y aumentar resistencia a la abrasión, al impacto, al fuego, etc.

Es fabricado en una planta de hormigón mediante equipos de pesaje calibrados y amasados correctamente durante las fases de fabricación y transporte hasta obra, para que el producto presente las condiciones de fluidez requeridas.

Ventajas sobre soluciones tradicionales

Mayor conductividad térmica.

En comparación con el material habitualmente empleado como capa de nivelación, esto es, plastones o morteros semisecos, los morteros autonivelantes presentan una muy superior conductividad térmica por su particular composición.

Esto se debe a la elevada compacidad del producto y la ausencia de aire ocluido en la masa, este aire es, por sus propiedades aislantes, el que limita la capacidad conductiva de los materiales convencionales.

El producto de la derecha es mortero semiseco o plastón, en el que a simple vista se ve que es una masa discontinua debido a la gran cantidad de huecos de aire que incluye, que es precisamente lo que evita que el calor del suelo radiante se transmita con facilidad hacia arriba.

El producto de la izquierda es un mortero autonivelante de elevada compacidad y con ausencia de aire ocluido que facilita la trasmitancia térmica y que obviamente es la mejor opción para los suelos radiantes.

El valor de la conductividad térmica de un mortero autonivelante en base cemento con densidad 2.100 kg/m3 es de aproximadamente 1,75 W/mk, mientras que la de los morteros tradicionales de densidad 1.800 kg/m3 es inferior a 0,90 W/mk

Rapidez de ejecución

El producto se fabrica en una planta de hormigón y se transporta en camión hormigonera hasta la obra, una vez allí se bombea mediante una pequeña bomba estática hasta el lugar donde debe ser colocado el mortero autonivelante.

El rendimiento diario puede ser de hasta 1.000 m2 en espacios diáfanos como naves industriales o grandes espacios comerciales, mientras que en viviendas se superan fácilmente los 500 m2/día.

 

La diferencia es clara frente a otras soluciones, en la que los materiales necesarios para la fabricación del mortero (arena y cemento) han de acopiarse directamente en la obra, para posteriormente ser mezclados y elevados al interior de la obra.

Además una vez colocado el producto es transitable a las 24 horas con lo que se acorta el tiempo necesario para reanudar los trabajos dentro de la obra.

Excelente planimetría

Es un producto dotado de una elevada fluidez, sin que se produzca en ningún caso segregación de la masa. Es precisamente esa fluidez la que hace que el producto tenga una gran capacidad de autonivelación y se consigan unos resultados muy buenos en cuanto a planimetría.

La medición de la fluidez se realiza con un mini cono y el resultado obtenido debe estar entre 220 mm y 260 mm.

Con esto se limita además el consumo de pasta niveladora y adhesivos para corregir las deficiencias del soporte a la hora de colocar el revestimiento final.

APLICACIÓN

El mortero autonivelante se puede emplear como capa de nivelación sobre cualquier soporte, siempre y cuando se encuentre en el interior de edificios debidamente protegido de corrientes de aire y demás agentes externos que pudieran perjudicar las prestaciones del mortero.

Además, permite la colocación de cualquier tipo de pavimento final, tanto adherido, ya que posee una elevada resistencia superficial, como flotante. Esto convierte al producto en el más fácilmente adaptable a cada obra, especialmente cuando conviven en la misma más de un suelo distinto.

Sin embargo, donde mejor se aprovechan las características del producto es cuando se coloca sobre suelo radiante, ya que su elevada conductividad térmica en comparación con las soluciones tradicionales, reduce de manera importante el gasto energético y hace de este sistema el idóneo por motivos económicos y de sostenibilidad.

PROCESO

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PASO 2

En el caso de suelo radiante, la lámina aislante deberá estar fijada al forjado y no haber huecos entre las distintas placas. En todo el perímetro deberá colocarse una banda de un material comprimible y tomarse medidas para que el mortero no se escape entre la banda perimetral y el suelo radiante.

PASO 1

El producto debe ser aplicado en el interior de edificios, protegido de las corrientes de aire y la acción directa del sol. Para ello la ventanas deberán taparse con plásticos.

PASO 4

El mortero se elevará al interior de la vivienda mediante una bomba colocada a nivel de calle y descargando allí el material desde un camión hormigonera.

PASO 3

El responsable de obra indicará la altura a la que deberá quedar el mortero en función del nivel del suelo terminado. Posteriormente se colocaran unos trípodes de nivelación que fijarán dicha altura.

PASO 5

Una vez dejado a nivel el producto, se pasará un cepillo y la barra de batido al mortero para quitar el aire ocluido y dejarlo perfectamente nivelado.

PASO 6

Es recomendable aplicar líquido de curado al finalizar este proceso para así evitar la aparición de fisuras por retracción plástica producidas por una desecación demasiado rápida del mortero.

PASO 7

A partir de las 24/48 horas el producto es transitable y se puede reanudar los trabajos en el interior de la obra.

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